Martin Wallace ha elegido el nombre de P.I., acrónimo de Private Investigator, para su último juego publicado a través de su editorial Treefrog, con el que ha dado un giro de 180 grados en su tendencia a crear títulos destinados a jugadores expertos para adentrarse de lleno en un juego de deducción puro, muy alejado en cuanto a mecánicas de todos los juegos que había publicado hasta el momento. Es posible que este giro del que hablamos haya pillado a contrapié a la mayoría de los aficionados a sus creaciones que con el tiempo se han convertido en legión y solo el tiempo nos dirá si el riesgo ha merecido la pena.

Portada de P.I
Portada de P.I

P.I. es como decimos un juego de deducción puro, en el que los jugadores tratan de resolver un delito encontrando al infractor, el lugar donde lo cometió y en que consistía el mismo. El planteamiento, a priori poco original con respecto a otros muchos juegos de este tipo, gana muchos enteros con la introducción del concepto de adyacencia que explicaremos un poco más adelante. Al comienzo de la partida los jugadores reciben una carta de sospechoso, una carta de lugar y una carta de delito que constituyen los tres factores que tendrá que averiguar el jugador situado a su izquierda para completar su investigación. En nuestro turno, podemos elegir entre colocar uno de nuestros investigadores sobre el tablero, escoger una de las cartas de prueba disponibles boca arriba o bien tratar de resolver el caso. Si situamos a uno de nuestros investigadores sobre una localización del tablero, el jugador situado a la derecha deberá colocar un disco por cada factor (sospechoso, delito y localización) que coincida con sus cartas o bien un cubo si se encuentran en una localización adyacente. Al elegir una de las cartas de prueba se procede del mismo modo, pero solo para la carta concreta que hemos usado y no para los tres factores como en el caso anterior. De esta forma los jugadores en cada ronda van acotando las diferentes posibilidades. Si un jugador en su turno decide intentar resolver el caso, coloca unos marcadores especiales en el sospechoso, lugar y delito elegidos. En caso de acierto, gana 7 puntos si ha sido el primero en resolverlo, 5 si ha sido el segundo y 3, 1 y 0 sucesivamente. El resto de jugadores tendrá su oportunidad de resolver el caso que les corresponde, pero solo tendrán 3 rondas para ello. En caso de fallo, el jugador obtiene puntos de penalización y la partida continúa. El juego se divide en tres rondas idénticas, que se corresponden con tres casos diferentes, al final de las cuáles el jugador con más puntos es el ganador de la partida.

Tablero del juego
Tablero del juego

P.I. es un juego que hay que probar sin ideas preconcebidas y es ahí donde radica su mayor debilidad. Para los seguidores de Martin Wallace puede constituir un obstáculo el hecho de que el juego sea tan diferente a lo que había diseñado con anterioridad y a los amantes de los juegos de deducción la firma del autor puede que represente una carta de presentación que indique que se trata de un juego complejo y denso. Nada más lejos de la realidad, P.I. es de los juegos más asequibles de Martin Wallace a nivel de reglas y está sólidamente construido alrededor de un concepto novedoso que lo aleja sensiblemente de los juegos de deducción más clásicos sin necesidad de introducir complejidad superflua en el mismo. En principio el hecho de que las tres rondas del juego sea exactamente iguales puede lastrar ligeramente el juego aunque al ser relativamente cortas tampoco es un factor a tener demasiado en cuenta ya que deja la sensación de que conociendo las reglas una partida puede durar menos de una hora.

Algunas cartas de localización
Algunas cartas de localización
Un comentario en «Essen 2012: P.I.»

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