A principios de los 80’s (de los 1980’s, por si hay algún jovenzuelo que naciera ya en el S. XXI), cuando las videoconsolas tenían 64k, y los juegos se cargaban durante minutos y minutos con una cinta de cassette, (acompañado de un ruidillo horroroso tipo fax), quien más y quien menos se enganchó a un juego que lo petó pero que bien. No sólo en las casas, sino también en las salas de recreativos, de esos que ya no quedan. Se trataba de colocar piezas geométricas que iban cayendo, cada vez más rápido, tratando de no dejar huecos. Todo ello, al son de una machacona musiquita. Se trataba del Tetris, por supuesto.
Pues bien, esas figuras, que en matemáticas se llaman poliominós (combinaciones de dos o más cuadrados) fueron utilizados por Grzegorz Rejchtman (1 azucarillo a quien pronuncie a la primera) para desarrollar un magnífico juego de mesa de construcción de puzles, con rapidez, angustia contrarreloj y una cierta dosis de táctica. (Y que no se parece en nada al Tetris, que para eso ya tenemos el FITS, el juego que siempre divierte). Hablamos del divertidísimo Ubongo. Y que le fue bien parece evidente, ya que fue finalista del premio JdA en España en el año 2008. Bueno, y quizá también a la vista de que surgieron luego diversas secuelas como Ubongo Extreme, Ubongo 3D, Ubongo Mini, etc, etc… y la que nos ocupa en esta reseña, Ubongo das Duell, la versión portátil, simplificada en ciertos aspectos, pero maquiavélica en otros, y para dos personas. Una pequeña cajita con capacidad de ponerte de los nervios. Porque el más lento… pierde.
Un juego para enganchar
El concepto básico de todos los juegos que integran la serie es el mismo. Cada jugador tiene un set completo de piezas, formadas a partir de cuadrados, de formas más o menos complicadas, y en cada ronda compiten por resolver un puzle. El puzle consiste en tomar algunas de las piezas, y colocarlas sobre una plantilla rellenando todo el espacio, obviamente sin que sobre ni falte nada. La gracia está en que todos los jugadores lo hacen a la vez, por lo que se trata en realidad de una carrera desenfrenada y llena de nervios. Y muy divertida. De ahí que, al menos la versión básica, sea un excelente juego para enganchar a gente de esos que llamamos a veces “no jugones”. Nada complicado, claro, directo, y frenético, un éxito seguro. Con esta versión del duelo, quizá no tanto.
Ubongo vs Das Duell
Por si acaso hay alguien que no lo pilla, Ubongo das Duell viene a significar “Ubongo el Duelo”, título muy adecuado para una versión del juego exclusiva para dos. Y en esta reseña vamos a aprovechar para comparar ambas versiones.
La versión original Ubongo es para 2-4 jugadores, y se vende en una caja grande, cuadrada, la típica de juegos como Catán, Genial, o Colosseum.
La versión para dos es una caja mucho más pequeña, tipo Exploradores, pero un poquito más gruesa. En ambos casos tiene unos colores vistosos, y un tipo de letra bastante exótico. Y también en ambos casos el tamaño de la caja es más o menos adecuado al contenido, y las cosas se pueden guardar cómodamente.
Tanto en uno como en otro el componente fundamental es un set de piezas con las que tendremos que resolver el puzle. Y aquí encontramos una de las diferencias importantes. Las piezas para la versión Duell son más variadas y complicadas, algunas formadas por cuatro cuadrados, otras por cinco, y otras por seis. En la versión básica, encontramos desde dos a cinco. Como resultado, los puzles van a ser bastante más difíciles. En ambos casos se trata de piezas de cartón durete, de buena calidad, manejable y adecuado.
También encontramos las plantillas para los puzles. Otra diferencia importante. En Ubongo, tenemos 36 losetas de cartón duro, en cada una de las cuales hay doce puzles, seis por cada cara. Una cara es la fácil, puzles de tres piezas, y la otra la difícil, de cuatro piezas. Estas losetas se reparten en cada ronda, una a cada jugador, y cada uno tendrá que resolver un puzle distinto en cada ronda. En Duell tenemos dos juegos idénticos de nueve hojas con cuarenta puzles cada uno, veinte por cada cara. Aquí las hojas son eso, hojitas finas satinadas, y también una cara es la fácil, puzles de cuatro piezas, y la difícil, con cinco. Cada jugador tendrá un juego de hojas, y ambos resolverán el mismo puzle en cada ronda.
El resto de componentes de Duell son simplemente un marcador de puntuación, un dado de veinte caras para decidir el puzle correspondiente en cada ronda (uno normal, nada de una preciosidad tipo gema o similar, como estos) , y dos peones bastante chulos para marcar la puntuación de cada jugador. Y es aquí donde tenemos la mayor diferencia, porque la puntuación de Duell es trivial. Quien acaba antes el puzle, gana un punto. Quien gana cinco puntos, gana la partida. En Ubongo la cosa es bastante más estresante. Porque dentro de la caja encontramos un dado de seis caras, con unos monísimos simbolitos para decidir qué puzle toca, un montón de gemas de colores, de estas de platico con aristas, ideales para tener niños al lado si queremos que se atraganten, una pista donde colocarlas en cinco filas diferentes, y los cuatro peones (igual de chulos), que se colocan en una de las filas. El primero que termine el puzle podrá desplazar su peón hasta tres pasos entre filas, y tomar las dos primeras gemas de dicha fila. Los demás, podrán moverse dos, uno o ningún paso, y también tomarán dos gemas. Y gana aquel que tras nueve rondas consigue el mayor número de gemas de un determinado color. Una grandísima diferencia.
Ubongo sensations
Visto lo visto, está claro que ambos juegos son muy parecidos. No iguales, pero muy similares. Pero las diferencias generan sensaciones bastante diferentes. Duell es notablemente más difícil en lo que respecta a la resolución de los puzles. En el normal, los puzles de tres piezas son muy sencillos. Demasiado sencillos como para que supongan un reto real. Quizá en la primera partida, o con niños pequeños, o gente muy poco habilidosa en esto de la orientación espacial. O gente a la que directamente le falte un hervor. Pero a poco que juegues, se hacen realmente rápido, de modo que el reloj de arena sobra. Ah, sí, que no lo he dicho, hay un reloj de arena y quien no termine en el tiempo del reloj, no pilla gema. Los puzles de cuatro piezas ya son un reto mayor. Lo normal es que se resuelvan dentro del tiempo, pero es corriente que alguno de los jugadores se atasque y no lo termine. Bajo mi punto de vista, la forma de jugarlo.
En Duell, los puzles de cuatro piezas son más difíciles que los de Ubongo. Porque las piezas son notablemente más raras. Y los de cinco piezas, como es esperable, son bastante, bastante más difíciles. Y cuando digo bastante, quiero decir exactamente eso. Por supuesto, los hay más o menos espabilados, pero no es raro quedarte varios minutos pinchado y no conseguir rellenar el puzle. Y aquí no hay reloj, pero las partidas no se alargan normalmente, porque en Duell, en cuanto que uno lo termina, se acabó, gana un punto, y el otro se queda con su mosqueo, observando como el otro ha resuelto el mismo puzle. Total, que salvo que ambos estén pillados, cada ronda durará pocos minutos. En Duell yo aconsejaría jugar varias veces a cuatro piezas antes de pasar al de cinco.
Y el saborazo definitivo, que te gustará o no, es el tema de la puntuación. Duell premia claramente la habilidad resolviendo. Vamos, es que es directamente eso. Si resuelves antes, un punto, y punto en boca. Esto tiene el problemilla de que si juegan dos personas con nivel diferente, puede ser casi imposible que el menos hábil gane. Para resolver esto, la plantilla de la puntuación tiene dos caras, una normal, y otra con hándicap. El hándicap consiste en que si hay mucha diferencia de nivel entre los jugadores, habrá momentos en que el mejor tendrá que resolver dos puzles antes de que el otro resuelva sólo uno.
Ubongo sin embargo premia no solo la resolución, sino el ser el más listo de la clase, y pillar en la medida de lo posible gemas de un único color, o quitarle gemas a otro. Es sin duda la parte más estresante, porque hay que mover los peones, las manos se cruzan, la gente chilla, las gemas se mueven… sí, todo eso que lo hace divertido. O no. Y que además iguala a los jugadores, al menos hasta cierto punto. Está claro que si hay un geniecillo que resuelve siempre el primero, tiene todas las de ganar, pero desde luego tendrá que andarse con ojo, porque si no pilla las gemas adecuadas, se quedará con un palmo en las narices.
Con todo esto, cada uno de estos Ubongos tiene, en mi opinión, un público diferente. Para un juego más lúdico, alocado, familiar, el básico es ideal. Para personas a los que les guste la resolución de puzles más complejos, eliminando el componente de puntuación añadido, el Duell se ajusta mucho mejor. Poco más que pensar. Y sin duda, si te gusta el rollito, no debes dejar de echar un vistazo a otras versiones de Ubongo, como la Extreme, con piezas basadas en hexágonos, lo que lo hace muy, muy difícil, y un sistema diferente de puntuación, o la versión 3D, donde más vale que tengas una mente muy preparada, o la frustración va a ser tremenda. Aun hay más versiones, pero sinceramente, creo que son de interés muy limitado. ¿Puzles de dos piezas? Niños, y pequeños (o la tipa con falta de hervor de antes).
Por otra parte, como buen puzle, Ubongo es un juego que se presta a jugar incluso solo. Simplemente, toma tus piezas, e intenta resolver el puzle. Si quieres más salsa, intenta resolver cinco en tiempo record. El mío, cinco puzles de cinco piezas en trece minutos. Ahí queda el reto. Eso sí, tendréis que usar la ropa adecuada…
Ubongo: das Duell
Grzegorz Rejchtman
15-45 minutos, 2 jugadores.
Kosmos, Z-Man Games , 2008.
Ubongo
Grzegorz Rejchtman
30 minutos, 2-4 jugadores
Homolúdicus, 2008
Una reseña de Francisco Javier Santos
Buena reseña, Javi 🙂
De hecho, me parece justo y cierto remarcar la diferencia de «espíritu» (por decirlo de alguna forma) entre el Ubongo original y el Duel. Éste último creo que es, junto con el 3D, el Ubongo más difícil de los que han salido.
¡Todo un reto!
Muy buena reseña!.
Muy buena la reseña. Personalmente me gusta mas el ubongo basico, ya que se convierte en un doble juego tal y como has descrito, no solo basta ser el mas rapido resolviendo puzzles, si no el mas listo a la hora de recoger gemas.
Por cierto y ya que has dejado un reto, dejo yo otro. Hasta la fecha estoy invicto en ubongo básico, incluso en la partida de novatillo con 3 piezas «para que no te estreses en la primera partida» sali victorioso. Ahi queda, os espero detras de unas filas de gemas.