Caja y componentes de Savannah Café
Caja y componentes de Savannah Café

Savannah Café

Autores: Sylvie Barc, Frédéric Bloch y Philippe des Pallières

Editorial: Morapiaf

Nº Jugadores: 2-4

Duración: 20 Min.

Edad: 7 años en adelante

A través de su boletín de noticias nos acabamos de enterar de que Savannah Café es una de las sorpresas que la editorial Morapiaf nos tenía reservadas para los próximos  meses. El juego, diseñado conuntamente por Sylvie Barc, Frédéric Bloch y Philippe des Pallières, fue editado originalmente en 2001 a través de las desaparecidas Eurogames y Descartes en una edición conjunta que incluía las reglas en inglés, francés alemán y castellano y que estaba completamente descatalogada.

 Savannah Café es un juego en que los jugadores, en el papel de diferentes animales, compiten por llegar en primer lugar a la barra de una cafetería en la que esperan poder refrescarse. Cada uno de los animales tiene unas habilidades y características diferentes que tendrán que usar a lo largo de la partida. Asimismo, los jugadores disponen de unas cartas especiales que deberán administrar con cuidado.

¿Estás buscando una buena idea de negocio? Atento a ésta: una cafetería en mitad de la sabana. ¡Claro!, allí hace un calor insoportable y no te faltarán clientes dispuestos a pedir una bebida bien fría. Aunque claro, ten en cuenta que la mayoría de esos clientes serán animales. Y los animales no son muy propensos a pagar por lo que beben (¿alguna vez has visto una gacela con cartera?). Lo que sí se les da bien es correr en estampida si se enteran de que las bebidas se están acabando. Quizá la idea no era tan buena como parecía. Habrás contratado un buen seguro, ¿verdad?

Savannah Café es un trepidante juego en el que competirás contra tus compañeros para conseguir que alguno de tus animales sea el primero en llegar a la barra. ¿Qué estrategia utilizarás? ¿Optarás por la velocidad de la gacela, la ferocidad del león o el arrollador bramido del hipopótamo? Si la cosa se complica, usa una de tus cartas especiales. Y si no tienes, ¡róbasela a otro!

 

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