A partir de hoy y durante las próximas semanas ponemos en marcha un especial para proporcionar información en profundidad de las novedades que podamos probar de entre las que se presentarán en el próximo Festival Internacional de Juegos de Córdoba, que dará comienzo mañána día 7 de Octubre. Damos comienzo a esta serie de reseñas con Vintage, de Gil d’Orey.

Vintage, de Gil d'Orey
Vintage, de Gil d'Orey

VINTAGE

Introducción

Vintage es a día de hoy el último juego publicado por la editorial portuguesa MESAboardgames, codirigida por el propio autor del juego, Gil d’Orey, que el pasado año presentara en la feria de Essen su juego Caravelas. Ambos han comenzado a ser distribuidos en nuestro país recientemente a través de Morapiaf y desde hace algunas semanas ya se encuentran disponibles en las tiendas españolas.

Vintage es un juego para 2 a 4 jugadores y de unos 90 minutos de duración ambientado en la producción del vino de Oporto cuya temática está perfectamente integrada en el desarrollo del juego. Si hay algo por lo que destacan los juegos diseñados por Gil d’Orey es precisamente por su solidez temática, normalmente desarrollada en torno a la historia y tradición portuguesa, reflejada en sus juegos anteriores como 1886 Loures, O mistério do Marquês de Pombal o en O Trofeu de S. Jorge, a la venta exclusivamente en Portugal. Para el desarrollo de Vintage Gil ha contado con la ayuda de Dirk Nieeport, fundador de las bodegas del mismo nombre situadas en la ribera del Duero, con una profunda tradición y prestigio en su país.

Componentes

Tanto el tablero, impreso en las dos caras, como las cartas son de buena calidad. Los componentes de madera y cartón de juego también son adecuados para jugar cómodamente. Si hubiera que poner un pero, solo comentar que tal vez los barcos de cada jugador (de cartón sobre una peana de plástico) son mejorables, pero sin duda cumplen su función perfectamente.

 

Detalle de los componentes de Vintage
Detalle de los componentes de Vintage

El diseño gráfico del juego, a cargo del propio autor del juego, no solo es original sino que además se integra perfectamente en la atmósfera del juego. Asimismo, los iconos y espacios del tablero donde se colocan las piezas de los jugadores son cómodos y claros.

El juego

Vintage incluye las reglas para dos modos de juego: normal y simplificado. El segundo de ellos está destinado a un público más familiar, lo que dota de versatilidad al juego y proporciona partidas más rápidas y sencillas para aquellos jugadores con menor experiencia. El modo normal incluye más posibilidades estratégicas y por lo tanto será en el que nos centremos. El tablero de juego de Vintage está dividido en tres zonas, cada una de ellas con unas características determinadas de producción y calidad de sus vinos. A modo de resumen, los jugadores han de comprar fincas dentro de estas zonas donde producir vino, plantarlas con las variedades de uva que deseen, vendimiar y transportar la uva a sus bodegas. Una vez allí, tendrán que envejecer el vino, que dependiendo de su calidad, al venderlos les hará ganar los puntos de victoria con los que han de intentar ganar el juego. Todas estas acciones tienen un coste en términos de marcadores de acción, que los jugadores poseen en cantidad limitada. Además, algunas las acciones tienen un coste mayor cuantos más jugadores la hayan elegido previamente, por lo que ser de los primeros jugadores en el orden de turno se convierte en algo fundamental. Una partida de Vintage consta de 7 rondas, cada una de las cuáles termina cuando los jugadores pasan o ya no poseen marcadores de acción, y que representan 7 temporadas, cada una de ellas con una calidad de vino determinada. Veamos en detalle las distintas acciones del juego:

Comprar finca: los jugadores han de comprar el terreno donde van a cultivar la uva. Dependiendo de la zona, las fincas de los jugadores producirán un número de barriles de vino con una calidad determinada, que ha de sumarse a la calidad del vino de cada ronda. Las fincas tienen un coste en puntos de victoria, que depende de su calidad y de su capacidad de producción.

 

Tablero de Vintage
Tablero de Vintage

Plantar: los jugadores han de plantar un mínimo de tres variedades diferentes antes de poder vendimiar. Además, si consiguen plantar 5 variedades, suman +1 a la calidad de la vendimia. Existe una variedad especial que otorga un +1 adicional.

Vendimiar: el jugador puede obtener vino, aguardiente o una combinación de ambos mediante esta acción. Si el jugador decide producir vino o una combinación de vino y aguardiente, han de gastar una pieza de aguardiente de su reserva, por lo que el control del aguardiente es fundamental estratégicamente hablando. Si los jugadores deciden vendimiar aguardiente exclusivamente, este pasa directamente a su reserva sin coste alguno.

Mover el barco: los jugadores han de desplazar el barco para recoger los barriles de vino en los puertos de cada zona y posteriormente llevarlos a su bodega. Los jugadores gastan un marcador de acción por cada movimiento contra corriente y solo un marcador para desplazarse cualquier número de espacios a favor de corriente. Un barco puede llevar hasta 3 vendimias diferentes, cuyos barriles no pueden mezclarse.

Caja de Vintage
Caja de Vintage

Envejecer y vender: los jugadores tiran un dado por cada vendimia que deseen vender y añaden el resultado a su calidad (determinada por la ronda, el lugar donde está situada la finca y los bonus otorgados por las variedades de uva plantadas). De esta forma, a cada vendimia se le otorga una categoría. Cuánto más alta sea, mayor cantidad de puntos de victoria otorga al jugador.

Primer jugador: los jugadores pueden elegir esta acción para convertirse en el primer jugador para la siguiente ronda.

Jugar y robar carta: esta acción se usa tanto para robar una de las cartas disponibles (un máximo de 4 cartas) como para llevar a cabo el efecto de una de ellas. Las cartas, aunque no detallemos sus efectos, siempre otorgan una ventaja en forma de movimiento con el barco, bonus de calidad, compras de fincas, etc. por lo que una planificación detallada se hace imprescindible.

La partida acaba al final de la séptima ronda, tras la cual hay un recuento final de puntos adicionales que se obtienen por los barriles no vendidos, las fincas y las variedades de uva plantadas en cada una de ellas. La mayoría de las acciones de las cartas son complejas de entender exclusivamente con su simbología y en las primeras partidas requieren de una constante consulta de las reglas.

Conclusión

Las partidas de Vintage suelen estar muy ajustadas en términos de puntuación por lo que los jugadores tendrán que planificar y optimizar el uso de sus marcadores de acción. El control del aguardiente es fundamental en el juego, ya que permite vendimiar y posteriormente envejecer y vender por lo que los jugadores han de calcular con precisión la cantidad que necesitarán para llevar a cabo sus planes. Por otro lado, las cartas, siempre beneficiosas, lo son aún más si los jugadores planifican con anterioridad su jugada y optimizan sus efectos. En Vintage todas las acciones fluyen con naturalidad y se ciñen perfectamente a la temática del juego, lo que brinda una agradable sensación de inmersión en las partidas. Tienen una correlación perfectamente lógica y determinan un componente de interacción muy interesante entre los jugadores, que permanentemente han de tratar de adelantarse a los movimientos de los demás.

5 comentarios en «Los juegos del Festival: Vintage»
  1. Tengo ese juego y todos los que lo han probado conmigo les ha gustado y mucho. Al principio puede antojarse un poco lioso pero en poco tiempo se aprende a jugar y se le coje el gusto. Para mi un juego muy recomendable.

  2. Buenas, muy buena reseña. Le estoy siguiendo la pista pero teniendo el vinhos no se si merece la pena «otro de vinos», los habéis probado ambos? Dejan sensaciones parecidas?
    Un saludo!

  3. Hola! pues yo he sido una de las afortunadas en poder jugarlo con Tzencho hace cosa de una semana. La verdad es que cuando me lo explicó, pensé que iba a ser muy complejo, pero todo lo contrario. En cuanto juegas una ronda, se le pilla la onda del tirón y es posible jugar de manera fluida sin necesidad de jugar varias partidas para pillarle el tema. Un juego muy dinámico y que está bastante bien. Por ponerle alguna pena, se me hizo muy corto, aunq eso si, jugamos solo 2. Con más jugadores debe estar mucho mejor más que nada, por las posibilidades de fastidio que t pueden llegar a causar (con solo dos… puedes ir a tu bola casi sin problemas)

  4. Al final nos pudimos echar esa partida a Vintage, que pena que me despisté un poco queriando hacer demasiadas acciones y no me dio tiempo a envejecer y vender, que con los vinos que tenía en la bodega fijo que ganaba. La verdad es que estubo muy entretenida la partida.

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