Felix, el gato encerrado es un juego donde vamos a jugar a engañar a los demás jugadores, intentar que pujen por cartas malas, sin que lo sepan, pujar nosotros para ganar las que creemos buenas, y subir pujas para hacer que paguen mas; es decir, subasta y faroleo en estado puro.
Autor: Friedemann Friese
Nº de Jugadores: 3 – 5 jugadores
Edad recomendada: a partir de 8 años
Duración: 20 min. aprox
Los jugadores tienen que intentar atrapar al famoso gato encerrado, para ello, con ayuda de sus ratones lucharan por encontrar al verdadero, esquivando las mentiras que se pueden encontrar encerradas…
Que significa esto en el juego, pues significa que con ayuda de dinero, los ratones, vamos a subastar por conseguir paquetes de cartas que no sabremos de antemano que cartas son, ya que algunas estarán del revés, y solo se descubrirán cuando vayan pasando los jugadores de entrar en la subasta.
En el turno, cada jugador va a colocar cartas en orden, del revés, para no saber que son. Por orden de juego los jugadores empezarán a subastar a traves de la primera carta descubierta. Una vez que alguien pasa, cobra el dinero de la carta, que va aumentando hacia la ultima carta, y se descubre la carta de la que ha cogido el dinero. Así iremos descubriendo como es el lote de cartas y si merece la pena.
En las cartas que podemos conseguir, y jugar al formar el lote, se encuentran cartas con puntos positivos o negativos, cartas de engaño, como el conejo; y cartas de perro, que se llevarán las cartas positivas o negativas según sean el perro grande o el chico.
Los jugadores usaran el farol y subir las pujas para que los demás jugadores piensen que vienen cartas buenas, pero corriendo el riesgo de quedarse con las cartas malas… así que estaremos faroleando, pero corriendo riesgos.
VALORACIÓN:
Felix, el gato encerrado es un juego de corte sencillo, que dará mucho de si, gracias a su sistema de engaños y subastas. Un juego rapido, con unos componentes muy decentes y que nos dará muchas horas de diversión.
Para mi, un juego de subastas ideal para introducir esta mecánica. El objeto de subasta es claro, gatos bonitos, es decir, puntos directos. Pero el lote es desconocido, y eso le da el toque de gracia. En otros juegos de subastas sabes lo que hay en el lote, lo difícil es interpretarlo (Razzia, por ejemplo). Y los dibujos son magníficos.
Una reseña que hice, hace algún tiempo
http://www.nosolorol.com/revista/index.php?nrev=58&nsec=8
El único problema que yo veo son las monedas, se las podrían haber currado un poca para que quedaran más vistosas y fueran acordes con las ilustraciones. Respecto al juego es diversión asegurada y en mi grupo de juegos siempre quieren una partida más.