Ya nos lo avisaba el bueno de Martin Wallace en las notas de diseño de su obra maestra Automobile. Hace tiempo que llevaba pensado diseñar un juego ambientado en la aviación, y hace bien poquito que hemos podido empezar a disfrutar del resultado. Con la suerte de haberlo podido probar, y haberme encantado, no me resisto a dar lo que no puede ser sino una primera impresión. Con solo una partida no puedo dar opiniones totalmente fundamentadas. Pero muchas veces, la primera impresión marca el camino.
Abriendo la caja
Aeroplanes ha sido editado por Mayfair, y para los que se den prisa, se incluye en las primeras copias una lámina de troquel que contiene diversas miniexpansiones para distintos juegos, incluyendo obviamente el propio Aeroplanes.
Portada bonita, de Patricia Raubo, evocadora del mundo de la aviación civil de hace unos cuantos añitos. Caja de estas de tamaño raruno, y mogollón de cartón dentro. Un montonazo de losetas de diferentes tipos, de buen grosor, incluyendo algunas que confirman que el señor Wallace apoya la investigación en nanotecnología, como ya hizo con su edición especial de A few acres of snow. Algunas bonitas, otras sosas como el heno. Un poquito de madera para indicar puntos y poca cosa más, y una baraja de cartas con los aviones de turno. Y un tablero marca de la casa. Wallace, obviamente, no está por el mundo de la estética. Sus tableros son funcionales, pero dudo que nunca lleguen a ganar ningún premio. Vamos, dudo que ni siquiera a nadie lleguen realmente a gustarle. Pero a nadie que conozca sus juegos va a sorprenderle este. Un tablero con un doble mapa, arriba Europa, y debajo, el resto del mundo. Muchas localizaciones, y las conexiones entre las mismas. Espacios para poner a los viajeros, la tabla de puntuación, el sitio de donde pillar dinerillos… básicamente todo lo necesario, y bastante clarito. Las cartas, muy bonitas, los dibujos de los aviones son muy chulos, y además han conseguido un diseño claro para su uso en el juego, ya que sobre la carta hay que poner losetas y demás. Y sí, cuatro dados, que creo que pueden ser los de la discordia. Uno normal del todo, y tres casi normales, porque tienen en una cara una calavera en una de sus caras. El azar del juego…
Aunque no es el juego más barato del mundo, creo que se ajusta razonablemente bien en cuanto a calidad precio. No hubiera pasado nada por ser un pelo más barato, pero tampoco va a ser una razón para no comprárselo.
Portada de la edición de Mayfair. Original en BGG aquí de W Eric Martin.
Cartón, y más cartón, y las preciosas cartas. No se incluyen pinzas para las microlosetas.
Original en BGG aquí de FortyOne.
Las reglas no son del todo buenas, francamente, al menos en una primera lectura. Sobre todo en la resolución de cada una de las tres eras, o yo tenía el día tonto, o aquello no estaba claro del todo. Menos mal que Jokin estaba inspirado, y sabía perfectamente lo que hacer. El libreto en sí está bien, pero la redacción podría haberse mejorado en algunos puntos.
El set de expansiones que algunos afortunados tendrán. Original en BGG aquí de FortyOne.
A volar se ha dicho
La idea de Aeroplanes es la de gestionar una compañía aérea, y sacar el máximo provecho, que se traducirá en puntos de victoria. Y el provecho, en esta ocasión, no viene dado sólo por el beneficio económico, sino por una especie de mayoría de presencia de tus aeropuertos en las distintas partes del mundo. Se jugarán tres eras básicamente análogas (la mecánica es la misma en todas, pero hay otras pequeñas diferencias), al final de cada cual se puntuará según el beneficio económico obtenido, y según el número de aeropuertos que hayas podido abrir en las diferentes zonas del mundo.
En el tablero, parte superior, Europa, con diferentes ciudades, seis de las cuales son las principales, y desde las que salen los viajeros hasta el resto de destinos. En la parte inferior, el resto del mundo, con múltiples ciudades de destino de los viajeros. Y entre las ciudades, conexiones, algunas más fáciles de conseguir, y otras más difíciles.
Inicialmente, plantamos un aeropuerto en una de las seis ciudades principales, y la idea es extender nuestra línea aeroportuaria a otras ciudades, siguiendo las conexiones dibujadas en el mapa. Para ello, por turnos, iremos ejecutando acciones como abrir nuevos aeropuertos, transportar pasajeros, tomar mejoras técnicas, comprar aviones, o pillar dinerito.
Las conexiones. Si tienes un aeropuerto en India, puedes poner otro en Singapore, pero no en Japan, porque no hay conexión directa. No es el mejor ejemplo, pero nos entendemos. Original en BGG aquí, de jmoslander.
Tener aeropuertos nos permite mover pasajeros, que están colocados en otra zona del tablero. La zona del tablero indica su origen, que será una de las seis ciudades principales, y en la loseta de pasajero indica su destino. Si tenemos aeropuerto en ambas ciudades, podemos embarcar al pasajero.
Y para todo eso, necesitamos aviones, lógicamente. Los aviones están disponibles en forma ordenada, es decir, hay siempre un número de cartas disponible, cada una con su precio. Para comprar la primera disponible, hay que pagar el precio de la carta, pero para saltarte alguno, tienes que ir añadiendo monedas (una por salto). Un poco a la Automobile. Cuando alguien compra, automáticamente se mueven las cartas para volver a ordenarlas, y se añade una al final de la cola, para que siempre haya el mismo número disponible.
En las cartas de avión aparece cierta información. Lo primero, un dibujo muy chulo y el nombre del avión. No sirve para nada a efectos de juego, pero si no lo hubiera puesto nadie lo compraría. Los avionofilos supongo que lo disfrutarán. Tenemos un indicador de cuantos pasajeros le caben. Como cada loseta de pasajeros tiene un numerito indicando cuantos son, pues ya veis que la idea es que te caben losetas en el avión hasta llenar su capacidad. También tiene uno o dos huecos para tus propias losetas de aeropuerto. Y esto es lo que a mí, temáticamente, me parece más raruno. Para colocar un aeropuerto nuevo, tenemos que tener una loseta disponible, es decir, haber comprado el avión. Y entonces, mirar la ruta desde un aeropuerto que ya tengamos, hasta la ciudad donde queremos abrir el nuevo. Hay rutas de diferente dificultad. Algunas, son automáticas, es decir, pones la loseta del tirón. Pero otras, son más difíciles, y entonces te exigen una tirada de dados. Si la pasas, colocas tu loseta de aeropuerto. Es como si para abrir un aeropuerto, primero tuviera que volar el avión. Raro, ¿no?
Y además, es donde viene la que creo que puede ser la mayor pega para mucha gente, que es el azar, ya que a fin de cuentas, para abrir las rutas estamos tirando dados, y es posible cagarla. Es cierto que hay formas de mitigar el azar, pero está ahí. Otra gente, como yo, ven en ese azar una forma de emoción de lo más emocionante. El intento de llegar a Norteamérica, para el que se necesita una tirada triple a dificultad máxima, es la pera. Te sientes como Charles Lindberg, cruzando el Atlántico, y si te sale bien, flipas un poco. Porque además, no sólo hay que superar la tirada, sino que puedes tener fallos mecánicos. ¿Para qué te creías que había una calavera? Y si tienes demasiados fallos mecánicos… en fin, digamos que no es muy bueno, y pierdes el turno, y además la loseta de aeropuerto se descarta. Lo que vuelve a ser raruno, en un accidente no mueren personas, sino que no se abre un aeropuerto.
Por suerte, como digo, hay formas de mitigar ese azar, porque podemos pagar en monedas la diferencia entre la tirada y la dificultad, o realizar una acción que consiste en pillar losetas de mejora, que por ejemplo, nos permiten sumar +3 a la tirada de dados o incluso repetirla. Otras losetas de mejora permiten otro tipo de, como por ejemplo transportar dos losetas de pasajero por turno, en lugar de uno. Para pillarlas, hay que pagar una moneda para coger una a nuestro gusto, o tirar dados y pillar dos, pero según los dados.
La última acción es pillar dinero de una especie de banca, que tiene unas pocas monedas, y un peón. Cuando alguien pille la última moneda, se acaba la era, y se hace recuento de puntos. Una parte de la puntuación es fácil de pillar, simplemente se mira quien tiene más aeropuertos en cada zona, y se asignan puntos mirando una tabla. La del beneficio económico es más sutil. Sumamos la capacidad total que tenían nuestros aviones. Sumamos el número de pasajeros que llevamos. Calculamos su diferencia, y se la restamos al número de pasajeros que llevamos. Sí, yo también me hice un lío, así que veamos un ejemplo.
Tienes un total de de 8 en tu capacidad, pero sólo has transportado a 6, por lo que tienes un diferencial de -2. Así que tu beneficio se calcula como 6-2=4. Se mira en la tabla, y el que más beneficio tenga ganará puntos, el segundo menos… Incluso aunque el beneficio sea negativo, sólo se mira la comparativa con el resto de jugadores.
Ahora le damos la vuelta a nuestros aviones. Si tenía algún aeropuerto, se deja encima. Y si tenía capacidad de pasajeros sin completar, le ponemos una microloseta con el número adecuado, retirando las losetas de pasajeros. Estos huecos se pueden rellenar en la siguiente era, de modo que nos sirven para los beneficios, pero ya no se cuentan como huecos para las pérdidas.
¿Otra vez nos hemos liado? Venga, supongamos que tenemos al final de la segunda era dos aviones nuevos, con capacidad total de 7. Los hemos rellenado hasta 6. Pero teníamos otro, dado la vuelta, con capacidad para 5, al que le hemos podido meter 2. Tenemos por tanto un diferencial de 6-7=-1. El beneficio, será 6+2-1=7, el total de pasajeros que has llevado, menos el diferencial. Los tres huecos que te quedan de la anterior era no te afecta en absoluto, y de hecho los tienes disponibles para la siguiente, si la hay. Piénsatelo un poco, que ya verás cómo lo pillas.
Con esto acabamos la era, y entonces, se tira un dado para determinar el siguiente jugador inicial. No me preguntéis por qué. Cosas veredes, que le dijeron a Sancho. Ah, y cobramos, porque nos habremos quedado sin una mísera libra. Todos por igual, el dinero aquí no tiene ninguna relación con el beneficio de la aerolínea. Supongo que reciben subvenciones estatales, que es algo que a todos nos pone mucho ahora…
Las diferencias entre eras son más o menos lógicas. Algunos pasajeros se van a una zona especial, desde donde es más fácil transportarlos, y se sacan nuevos. Cada vez con destinos más lejanos, a los que es más difícil expandirse, y que por tanto, puede que no haya tanta lucha por llevarlos. Especialmente jugosos son algunos, como los que van a Norteamérica, que te dan 5 puntos del tirón. En un juego donde nos movemos cerca de los 40 puntos, pillar las dos losetas de los yanquis, es un triunfazo (lo digo por experiencia propia). Pero claro, para eso has tenido que tener los cojones de poner un aeropuerto en Norteamérica, pasando tres tiradas consecutivas de dificultad 14 (que con tres dados NO es trivial).
Los aeropuertos más modernos pueden sustituir a los más viejos, y para pillar aeropuertos más modernos tienes que comprar aviones de la nueva era. Es decir, aunque estemos jugando la segunda era, si compras un avión de la primera (viene indicado en la carta), el aeropuerto que pones es de la primera. Algo peligroso. Y las puntuaciones, cambian, consiguiendo más puntos en la segunda, y más en la tercera.
Aterrizando
Personalmente, me ha parecido que Aeroplanes es un juego muy, pero que muy divertido. Había leído que tenía referencias a Brass y a Automobile. Las de Automobile las veo claras, en la selección de los aviones, y en las pérdidas si no lo llenas de pasajeros. Las del Brass supongo que van por el tema de las conexiones, pero como Brass es un juego que no comprendo en absoluto, no puedo ver mucho más. En cualquier caso, creo que es toneladas más ligero que Brass, y anda por el grado de dificultad del Automobile.
Hay muchas vías posibles, porque puedes centrarte en expandirte al quinto pino, para tener los pasajeros libres, y posiblemente ganar mayorías en Asia, o África, o bien, quedarte quitecito en Europa, pero ganar allí claramente, y tener pasajeros dentro del viejo continente para tener beneficios económicos claros. No sé, con sólo una partida es imposible saberlo, pero yo lo que vi fueron varias estrategias claramente diferenciadas, todas con resultados aceptables. Al final se decide por haber hecho algo un poco antes que otro, o por haber optimizado mejor tus posicionamientos, esos pequeños detalles.
El juego parece complicado, pero una vez que pillas el tema de las conexiones, lo demás es sencillo. Como digo, es la parte menos intuitiva y fuera de temática en mi opinión, y por eso se hace más rara. El típico juego de 20 minutos de explicación y 90 de partida, que fluye muy rápido. Además, al principio parece imposible que alguien llegue a poner un aeropuerto en Japón, pero sí, aparece la gente por todos lados.
El gran caballo de batalla creo que va a ser la presencia de dados. El del jugador inicial no creo que tenga en realidad la más mínima importancia, y supongo que habrá alguna razón para meterlo. Las tiradas para las conexiones son más delicadas, pero en realidad, entiendo que hay que poner algún mecanismo para decidir qué conexiones son más o menos difíciles, y supongo que la apertura de un negocio como un aeropuerto tendría una componente azarosa importante, ya que una infraestructura de ese calibre seguro que necesita un golpe de suerte para salir adelante. Reincidiendo, el hecho de que se exprese como una tirada de pilotaje, es lo que hace que la tirada sea rara, y el azar parezca metido con calzador.
Resumiendo, Aeroplanes me ha parecido un magnífico juego, indicado para jugadores con bagaje, y que tengan muy claro que están esos dados por ahí. Pero ya lo hemos dicho aquí varias veces, y en los foros especializados todo el mundo lo sabe ya, así que desde luego no hay lugar a engaños. Cada vez me está gustando más este Wallace…
Y si quieres tener una opinión de verdad, fundamentada, por parte de auténticos expertos wallacianos, no dejes de ver la reseña de los simios…
Aeroplanes: the ascendants
Creado por Martin Wallace
Ilustrado por Patricia Raubo
Editado por Mayfair Games Inc., 2012
90-120 minutos, 3-5 jugadores
Una reseña de Francisco Javier Santos
Estupendo ladrillo, digo reseña! 😉
Coincido contigo en todo (bueno, menos en tu apreciación del Brass…). Es un juego divertido con bastante alma. Lo de las tiradas para poner aeropuertos, se hubiera entendido mejor si se llamaran de otra forma, pero de todas formas a mi me gustan. Lo convierte en un juego un poco fiesta, lejos del resto de juegos de Wallace. Esto hay que tenerlo claro. Si tu vuelo Londres-Nueva York se estrella en el Atlántico por segunda vez, casi seguro que no vas a ganar… pero vas a recordar la partida siempre. La aviación es para aventureros intrepidos. Con mi conocida aversión al riesgo dudo que gane en mi vida.
David
¿No estás de acuerdo en que no entiendo el Brass? Eso no es una opinión, es un hecho 🙂 Y joroba, arriesgate, que aquí lo más que pierdes es un cartoncito…
Gran reseña !!!
Estoy deseando probar el juego.
Respecto al tema de las tirada para colocar aeropuertos, cuando leí las reglas lo interpreté como la dificultad que representaba para una aerolínea abrir una nueva ruta hacia un lugar lejano a donde aun no había volado nadie. Por eso cuando ya hay otro aeropuesto en esos destinos (alguien ya ha abierto la ruta) las tiradas son más fáciles.
No se si habeis leido los libros de Saint-Exupery «Correo del Sur», «Vuelo nocturno» y algún otro que tiene sobre su época como piloto en las primeras rutas comerciales entre Francia, Africa y América del sur entre los años 1920 y 1930, pero me lo imagino recorriendo el tablero e intentando abrir nuevas rutas a nuevos destinos lejanos intentando superar las averías, la meteorología y todo tipo de contratiempos.
Vamos, esto es lo que para mi representan los dados, pero no quiere decir que sea la interpretación correcta 🙂
La verdad es que tras jugarlo, yo también tuve inmediatamente el pensamiento de los pioneros de la aviación, y la posibilidad de un juego basado en emular a Charles Lindbergh en su primer vuelo transantlántico.
Lo que siginifiquen los dados en realidad es lo de menos, lo importante es tirarlos, apretar el culo, ¡y chillar de emoción al sacar la tirada! 🙂
Ya nos cuentas cuando lo pruebes.
Otro de aviones… aporta algo distinto al panorama con European Airlines o Jet Set entre otros. Como siempre el aspecto tosco y austero. Tito Wallace no anda fino…
QUIERO MI ELEFANTE!!!!!!!!!!!!!!