Aunque en principio no era de los lanzamientos que más llamaban la atención, con el paso de los días Rapa Nui, de Klaus-Jürgen Wrede (autor entre otros del éxito mundial Carcassonne) consiguió hacerse un hueco en la lista de éxitos de la revista Fairplay, sin duda una de las más prestigiosas y con más tradición dentro de la feria.
A grandes rasgos, en Rapa Nui los jugadores se convierten en jefes tribales de la Isla de Pascua, donde en cada ronda consiguen la ayuda de diferentes habitantes de la isla para conseguir madera, comida y el favor de los dioses. También pueden acometer la construcción de un Moai para lo que han de usar una importante cantidad de recursos. Al final de cada ronda, se activa un solo tipo de cartas, con lo que los jugadores obtienen madera, puntos de gloria o cartas de sacrificio.
Al comienzo de la partida los jugadores comienzan con 1 cartas de leñador (que coloca directamente en su zona de juego) y 3 cartas de cazadores y recolectores del mismo tipo (existe un tipo por cada tipo de carta de sacrificio, como veremos más adelante. En el centro de la mesa se colocan 4 filas de cartas, situadas unas sobre otras. En cada turno, los jugadores juegan una de sus cartas de su mano y tras ello cogen cartas de entre las disponibles (las primeras de cada fila) hasta tener 3 cartas en su mano. Si la carta jugada es un Moai, tiene lugar una ronda de sacrificio, donde cada jugador ofrece una de sus cartas de sacrificio, de cuatro tipos diferentes. Al final de la partida, se cuentan el número de cartas de cada tipo, adquiriendo cada uno de ellos un valor de mayor a menor.
Tras jugar una de sus cartas el jugador repone su mano, activando el efecto de la carta situada justo debajo de la última carta obtenida, lo que constituye la mecánica central del juego. Si se trata de un leñador, los jugadores obtienen madera en función del número de leñadores que posean en su zona de juego. En el caso de ser una carta de cazadores y recolectores, los jugadores obtienen cartas de sacrificio del tipo indicado en la carta en el caso de tener alguna carta de cazadores y recolectores de ese tipo en su zona de juego. Si se activa una carta de sacerdote, los jugadores obtienen un punto de gloria por cada sacerdote en su zona de juego. Por último, si la carta activada es un Moai, los jugadores obtienen un punto de gloria o una ficha de madera por cada Moai que hayan construido previamente, obteniendo un bonus si además poseen la mayoría. Al final de la partida los jugadores obtienen puntos intercambiando las cartas de sacrificio que aún posean en función del valor que cada tipo ha obtenido.
El juego tiene bastante gracia, y un precio más que razonable. Tiene una buena dosis de suerte con las cartas que salen, pero aceptable. Bastante divertido.