Die Palaste von Carrara ha sido sin duda uno de los juegos más jugados de la pasada feria de Essen, con multitud de mesas permanentemente ocupadas por este nuevo lanzamiento de la pareja de diseñadores formada por Wolfgang Kramer y Michael Kiesling, responsables de juegos como Tikal o Torres, ganadores del Spiel des Jahres en 1999 y 2000 respectivamente. El éxito del juego en la feria viene a demostrar que el dúo sigue en plena forma tras casi 25 años desarrollando juegos juntos.

Portada de Die Palaste von Carrara
Portada de Die Palaste von Carrara

En Die Palaste von Carrara se convierten en constructores que tratan de obtener los mejores materiales de construcción al menor precio posible para llenar las ciudades italianas de Livorno, Pisa, Lucca, Viareggio, Massa y Lérici. Tras la aparente simplicidad de las acciones (durante su turno los jugadores pueden elegir entre tres acciones diferentes) el juego posee una profundidad notable para la escasa duración de la partida, que apenas llega a la hora. La primera acción que se puede realizar en el turno es la adquisición de materiales, de seis variedades (colores). Los materiales se depositan en una rueda que en cada adquisición gira disminuyendo el precio de los mismos. En el primer espacio, por ejemplo, los materiales de color blanco (los más cotizados) valen 6 monedas mientras que los de color negro valen solo una moneda. En cada espacio el precio de cada uno de ellos disminuye en 1 moneda, por lo que en el segundo espacio del rondel los materiales de color negro son gratuitos. Los materiales poseen distintos colores debido que en algunas ciudades solo se pueden construir edificios con materiales de cierta calidad, de forma que en Livorno, por ejemplo, solo se puede construir con materiales de color blanco mientras que en Lérici si que se puede construir con cualquier color.

Partida de Die Palaste von Carrara
Partida de Die Palaste von Carrara

Cada jugador dispone de un tablero personal donde están representadas las seis ciudades y es ahí donde entra en juego la segunda de las posibles acciones que pueden llevar a cabo los jugadores que consiste en adquirir edificios de la reserva, compuesta de 10 edificios diferentes de seis tipos. Dichos edificios son colocados, dependiendo del color de los materiales usados, sobre una de las ciudades. La tercera opción consiste en iniciar una ronda de puntuación, que puede llevarse a cabo en una ciudad o bien para un determinado tipo de edificio. Si escogemos la primera opción, obtendremos monedas o puntos de victoria dependiendo de la ciudad de la que se trate (cada una de ellas tienen un factor por el que se multiplica el valor de cada edificio, que no es otro que el número de materiales requeridos para su construcción). La otra opción consiste en puntuar un tipo de edificio, que pueden estar situados en ciudades diferentes, pero que se efectúa de forma análoga a la anterior.

La partida termina cuando uno de los jugadores consigue realizar cuatro puntuaciones diferentes, obtener un número determinado de piezas de edificio (que se obtienen al construirlos) dependiendo del número de jugadores y cuya suma del valor de sus edificios supere una determinada cantidad que también depende del número de edificios. Esto provoca el final de la partida, tras la cual se hace un recuento de puntos de victoria  obtenidos a lo largo de la partida más una puntuación final.

Componentes de Die Palaste von Carrara
Componentes de Die Palaste von Carrara

En Die Palaste von Carrara los errores se pagan caros, sobre todo en lo que a la ciudad en la que construimos se refiere, por lo que la tensión en la partida siempre se mantiene. Las acciones son cortas por lo que el tiempo de espera no es demasiado amplio, algo que sin duda contribuye a controlar el tiempo de la partida. El mecanismo más original del juego es sin duda el rondel, aunque lo que más sorprende es la cohesión entre las acciones, ya que cualquier decisión tiene una importante vital en el juego. Las condiciones de finalización son dinámicas como hemos indicado, lo que permite también multitud de posibilidades tácticas en cuanto a acelerar o por el contrario retrasar el final de la partida. Por si fuese poco, el juego incluye una pequeña expansión que añade variedad al juego, contenida en un sobre que nos advierte que antes de incluirla en las partidas. Una grata sorpresa por parte de una pareja de diseñadores que nunca parece pasar de moda.

7 comentarios en «Essen 2012: Die Palaste von Carrara»
    1. Este año he notado una subida generalizada del precio de los juegos, pero mucho más alta que el IVA en España y a eso que a Essen no llegan los recortes del PP.

      Juegos que hace 2 años se hubieran vendido a 28€ están a 40€…. y no hablemos de los más de 55€ que se piden por Archipelago y otros juegos hypeados. Parece que el año pasado Eclipse abrió la veda.

      Yo me compraría este juego de K&K pero nunca pagaría más de 30€ por él. Afortunadamente tengo una buena ludoteca y siempre puedo tirar de clásicos mientras las novedades de este año y del año pasado bajan de los precios desorbitados al que los pretenden vender.

      1. Lo de los precios es lo de siempre, mientras haya gente suficiente para pagar un pastizal por un juego, (o un teléfono, o una tableta, o una copa en un bar), pues oferta y demanda. A mi también me parecen muy caros algunos juegos, así que nada, a jugar a lo que uno ya tiene. Este, a falta de verlo y toquetearlo, está en mi límite de lo que yo gastaría.
        Por lo demás, el juego tiene una pinta bastante estupenda, eso lo reconozco.

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